Twitter, Netflix o Amazon fueron algunos servicios que quedaron inutilizados durante horas
Damos por hecho que internet es algo que siempre tendremos a nuestra disposición, al igual que muchas otras comodidades con las que contamos hoy en día, como la electricidad o el agua corriente. Sin embargo el brutal ataque sufrido el viernes por la empresa americana DynDNS, que afectó al servicio de gigantes tecnológicos como Netflix, Twitter o Amazon sirve como toque de atención para abrirnos los ojos y darnos cuenta de lo fácil que podría resultar sabotear internet y dejarnos sin acceso a todos los servicios que nos ofrece.
Y es algo que se veía venir. Hace apenas un mes, Bruce Schneier, uno de los gurús de la seguridad y criptografía en Internet, publicaba un artículo cuyo título no dejaba lugar a dobles interpretaciones: «Alguien está Aprendiendo cómo echar abajo internet».
En él nos contaba cómo la mejor forma de «acabar» con Internet es mediante un ataque DDoS (como el que sufrió DynDNS), y cómo algunas de las empresas que tienen a su cargo la infraestructura básica que sostiene a internet están sufriendo este tipo de ataques de forma continua, en lo que parece una estrategia de recogida de información para ver hasta qué punto pueden aguantar y con qué defensas cuentan.
Hace unas semanas Brian Krebbs, periodista norteamericano especializado en seguridad informática, tuvo que retirar su página de web de Internet durante varios días tras ser víctima del mayor ataque DDoS de la historia hasta la fecha. Sólo pudo volver a estar online cuando Google acudió a su rescate.
El éxito de internet, con miles de millones dispositivos conectados a la red de redes, es lo que a su vez la convierte en algo frágil y vulnerable. Muchos de estos dispositivos no cuentan con medidas básicas de seguridad, por lo que son fácilmente «hackeables» y cualquier empresa, medio de comunicación o red social puede ser la próxima víctima del próximo ataque.
Fuente: http://www.abc.es/